Tras 10 años, construirá la CFE planta hidroeléctrica

El Financiero · Lunes, 13 de mayo de 2002 · Negocios

Margarita Palma Gutiérrez

Lanza el proceso de licitación de El Cajón
Necesarios, 600 millones de dólares para el proyecto
La presa se ubicará cerca de Aguamilpa, en Nayarit

Después de casi diez años de no realizar inversiones en la construcción de plantas hidroeléctricas en el país, la Comisión Federal de Electricidad (CFE), que dirige Alfredo Elías Ayub, inició el proceso de licitación de la central El Cajón, que será la cuarta más importante en el mundo y que requerirá 600 millones de dólares.

Con una capacidad de 680 Megavatios (Mw), el proyecto El Cajón se ubicará sobre el río Santiago, a 77 kilómetros de Aguamilpa, en Nayarit. La obra, por su capacidad, sólo será superada por las de Assuan (Egipto), Itaipu (Brasil), y Río Amarillo (China).

La construcción de la central se analiza desde 1991; anteriormente, a finales de 1994, la CFE puso en operación las hidroeléctricas de Aguamilpa (Nayarit) y Zimapan (Hidalgo).

Extraoficialmente se comenta que las empresas extranjeras a concursar en el proyecto son: la japonesa Mitsubishi, las alemanas Siemens y Voith; las españolas Elecnor y Abengoa; así como las constructoras ICA y Grupo Techint, que buscarán formar parte de los grupos tecnólogos en el proceso de edificación.

De acuerdo con el calendario de la CFE, dado a conocer el 30 de abril mediante el Diario Oficial de la Federación, la fecha límite para adquirir las bases de licitación para el camino de ingreso a la central es el martes 14 de mayo.

Las ofertas técnicas se presentarán el 20 de mayo y ese mismo día será el acto de aperturas económicas, además de que también se dará a conocer al ganador. La obra iniciará su construcción en junio, la cual deberá tener 50 por ciento de contenido nacional.

La construcción de la central incluye una cortina (presa) de 186 metros de altura, la segunda más alta en el mundo; obra de desvío de agua; un camino de ingreso de 43 metros de longitud y dos líneas de un circuito de 400 kilovatios; y obras de desarrollo social y protección ambiental.

En México, el tiempo para construir una hidroeléctrica es de tres a cinco años; según la CFE, en 2006 entrará en operación El Cajón.

Esta central se sumará a otras cinco hidroeléctricas _Chicoasén, Malpaso, Peñitas, Angostura y Raudales_, cuya capacidad cubre casi 30 por ciento de la demanda del fluido en México.

Pese a la magnitud de la obra, el director del Proyecto Nacional México Tercer Milenio (una consultoría independiente), Manuel Frías Alcaraz, consideró que la construcción de la central presenta diferentes limitaciones de concepto, planeación y técnicas.

"El cuestionamiento central se establece en su deficiencia de concepto que incide directamente en su factibilidad energética, económica, técnica y social", afirmó.

Falta de agua

Detalló que la central El Cajón contará con una presa que será abastecida en 50 por ciento de agua y 30 por ciento de almacenamiento con respecto al proyecto de Aguamilpa, pero el recurso natural proveniente de las subcuencas de los ríos Juchipila y Verde disminuirá para evitar problemas de abasto en Guadalajara, León y Aguascalientes.

Señaló que pese a ser un proyecto de infraestructura básica, avalado por reconocidos expertos nacionales e internacionales y en proceso de revisión por instituciones académicas, su problema será la falta de agua.

Frías Alcaraz sostuvo que de acuerdo con los aspectos de operación se requerirán mil 900 millones de metros cúbicos de noviembre a mayo para asegurar el potencial de la planta, pero no se logrará por las fallas técnicas dado que no aprovecha escurrimientos de excedentes de agua.

Lo anterior se traducirá en problemas en la generación de energía eléctrica o bien será necesario aumentar el consumo de hidrocarburos, en lugar de contribuir al ahorro de recursos no renovables.

Con respecto a su estructura principal (presa) tiene características fisiográficas y de diseño similares a la de Aguamilpa, por lo que podría tener éxito, sin embargo, resulta prioritario definir con claridad y precisión la línea de responsabilidad para no señalar a todo un gobierno por la toma de decisiones inapropiadas, concluyó.

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